La ayuda a domicilio en Alicante ha cambiado durante estos tiempos de pandemia. Nuestros usuarios nos cuentan sus experiencias, como puede ser el caso de Carmen Gutiérrez. En marzo, Carmen pidió a una de las dos mujeres que cuidaban a su madre en casa que dejaran de venir a trabajar.
Su madre, de 74 años, tiene Alzheimer y vive con ella en Alcoy. Para protegerla del coronavirus, «estaba claro que necesitaba cerrar mi casa», comenta Carmen. Permitió que una ayudante, que vivía sólo con una hija adulta, siguiera ayudando a su madre a bañarse, a dar paseos y a entretenerse.
Pero la otra ayudante tiene una casa de seis, incluyendo cuatro adolescentes, y estaba visitando las casas de otros clientes. «Hay demasiadas posibilidades de exposición», decidió la Sra. Cuando se lo explicó a su empleado, dijo, «lo entendió totalmente, y también quería estar en casa con su familia». Al menos, como la Sra. que contrata y paga legalmente a los cuidadores, el trabajador recibe beneficios de desempleo.
Los ayudantes que aún trabajan se enfrentan a condiciones difíciles. «Tienen un nivel de riesgo más alto, porque van a diferentes hogares», argumenta Carmen.
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La pandemia COVID-19 ha revelado numerosos puntos débiles en los sistemas de atención en todo el mundo. Si bien afecta a todos los segmentos de la población, la amenaza de pandemia es particularmente elevada en el caso de las personas de edad y las personas con discapacidad. Además, las respuestas han tenido un impacto desproporcionadamente menor, lo que ha tenido consecuencias dramáticas en términos de pérdida de vidas, oportunidades e inclusión.
Los ancianos de más de 65 años representan el 12% de la población de la provincia y los de más de 80 años casi el 4%. La edad avanzada está vinculada a una mayor incidencia de la fragilidad y la discapacidad. Las personas con discapacidad constituyen el 15% de la población mundial y tienen más probabilidades de ser pobres, tener menos educación y estar más expuestas a la inseguridad y las crisis económicas. También son más susceptibles a las infecciones y tienen peores pronósticos de recuperación.
Uno de los aspectos más importantes durante la crisis del Covid-19 ha sido la protección de los profesionales de la ayuda a domicilio. Hemos tomado una serie de medidas para proteger a los mayores, que se mantendrán mientras dure la pandemia. Estas son algunas de las más destacadas: