Todos entendemos que el envejecimiento es un proceso natural y que ralentizarlo es normal. Tareas que antes se hacían fácil y rápidamente pueden ahora tomar un poco más de tiempo e incluso pueden volverse cansadas. Mientras no afecte a nuestro nivel de vida, o impida nuestra salud y seguridad, podemos seguir viviendo de forma independiente a medida que envejecemos.
Es razonable obtener ayuda y cuidado personal con las tareas y actividades diarias que se vuelven demasiado difíciles y gravosas. Ciertamente, es importante para nuestro bienestar a medida que envejecemos conseguir ayuda cuando la necesitamos.
Si nuestro bienestar se está viendo comprometido y no podemos ocuparnos de las actividades esenciales de la vida diaria solos, entonces tener un cuidador diario y dedicado es crucial. Hay varias opciones diferentes disponibles en términos de obtener asistencia de un cuidador a tiempo completo.
Tal vez acordemos vivir con un cuidador familiar en Valladolid que pueda proporcionarnos el cuidado y el apoyo que necesitamos en el hogar o decidamos vivir en un centro de vida asistida donde se atiendan nuestras necesidades diarias además de tener personal médico disponible para la ayuda relacionada con la salud. Una alternativa viable sería envejecer en casa y emplear a un cuidador que viva con nosotros para apoyarnos.
Necesidades esenciales de la vida diaria (asistencia para alimentarse, vestirse, asearse, bañarse, ir al baño y movilidad funcional según sea necesario)
Tareas como cocinar, limpiar, lavar la ropa, hacer recados, bancos, transporte a las citas…
Reducir el riesgo de tensión física, lesiones y atención médica estándar (asociada con caídas, tareas, etc.)
Vigilancia y asistencia en relación con la salud y las condiciones médicas
Acompañamiento (proporcionando interacción social y reduciendo así la depresión debida al aislamiento y la soledad)
Proporcionar tranquilidad a los mayores y a los miembros de la familia
Vida independiente mientras envejece en casa.
Los receptores de la atención que optan por los cuidadores en régimen de internado se benefician de la presencia de alguien que los acompañe día y noche. Habiendo tomado la decisión fundamental de permanecer en la santidad y la comodidad de sus propios hogares, estos receptores de cuidados aman el horario de residencia por varias razones: