A pesar de las muchas experiencias comunes, las funciones de los cuidadores son muy variables a lo largo del proceso de cuidado. La diversidad de las familias, el momento de entrada en el rol de cuidador, en relación con el curso de vida general del cuidador.
En las poblaciones en las que los receptores de los cuidados están cada vez más deteriorados con el paso del tiempo, como ocurre con el aumento de la fragilidad, la demencia, la enfermedad de Parkinson o el cáncer avanzado, el papel de cuidador se amplía en consecuencia.
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Desde mediados del siglo XX, la población mundial experimenta un aumento del número de personas mayores, tendencia que sin duda continuará durante el siglo XXI. Este aumento de la esperanza de vida es uno de los mayores logros humanos de los últimos tiempos, pero el hecho de vivir más tiempo conlleva la probabilidad de padecer enfermedades crónicas e incapacitantes que implican una creciente dependencia.
Cuidar a una persona dependiente implica cambios y la asunción de nuevas responsabilidades por parte sus familiares y/o amigos. Las actividades de la vida diaria cambian y tienen que dedicar más tiempo al cuidado de la persona mayor.
La opción más aceptada por el colectivo de la tercera edad es la ayuda a domicilio. Aunque muchos aspectos de la salud física y mental cambian, se intenta llevar la vida cotidiana del dependiente en su propio hogar con ayuda de un cuidador.
Las patologías que generan la dependencia pueden aparecer de forma progresiva o repentina. Las enfermedades de aparición progresiva facilitan el proceso de adaptación debido a la aparición suave y gradual de la enfermedad. Las enfermedades de aparición brusca o aguda requieren una adopción inmediata de la tarea de cuidar, por lo que suponen un cambio más brusco para los cuidadores y dificultan el proceso de adaptación.
En este proceso de adaptación intervienen varios aspectos, entre los que se encuentran las necesidades, las expectativas, las consecuencias y los sentimientos de los cuidadores familiares.
Las investigaciones demuestran que la etapa inicial de los cuidados es la peor, especialmente cuando el familiar se ha vuelto repentinamente dependiente.
Ayudar a los cuidadores de adultos mayores a adaptarse a su papel puede disminuir las consecuencias negativas del cuidado. Para ayudar a esta adaptación aplicando las intervenciones adecuadas para los cuidadores, es fundamental conocer el proceso y las características que rodean este cambio.
El conocimiento y la comprensión profunda y holística de las experiencias de los cuidadores en las primeras etapas nos permitirán comprender e identificar los elementos y dimensiones que intervienen en el proceso de ayuda al mayor.
Con ello, los profesionales de la salud podrían estar mejor informados y ofrecer intervenciones mejor adaptadas a la situación de las personas mayores gracias al auxiliar de ayuda a domicilio. Ayudándolo de igual modo con el bienestar del paciente.