La pandemia de COVID-19 está acelerando una profunda crisis estructural en el sistema de cuidados de personas mayores a domicilio de larga duración. El número de clientes de servicios de asistencia a domicilio alcanzó los 1.531.000 a finales de 2019, con un incremento del 4,5% respecto al año anterior, según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA.
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Desde que se proclamó el estado de alarma en España el 14 de marzo, han pasado más de 8 meses, poniendo de manifiesto la crisis en el cuidado de las personas mayores en nuestro país. La población española está envejeciendo rápidamente, con cerca de 7 millones de personas mayores de 70 años, representando un 14% de la población total.
El COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la atención a las personas mayores, ya que los adultos mayores corren un mayor riesgo de enfermedades graves y hospitalización. Además, el aislamiento social se ha vuelto una realidad para muchos, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de servicios de atención domiciliaria de calidad para permitir a las personas mayores mantener una vida plena y segura en sus hogares. Esta tendencia está desafiando el modelo de atención en centros comunitarios tradicionales.
La pandemia de COVID-19 ha acentuado una crisis en el sistema de cuidado de personas mayores que ya estaba en declive. A finales de 2019, el número de clientes de servicios de asistencia a domicilio experimentó un aumento del 4,5%, llegando a 1.531.000. Sin embargo, a medida que la población española envejece, se hace evidente que el sistema existente enfrenta desafíos significativos para satisfacer las crecientes necesidades de atención de los adultos mayores.
La población española se caracteriza por su rápido envejecimiento. Con cerca de 7 millones de personas mayores de 70 años, representando el 14% de la población total, la demanda de cuidados y asistencia a domicilio es cada vez más apremiante.
Impacto del COVID-19 y el Aislamiento Social
El COVID-19 ha afectado de manera desproporcionada a los adultos mayores, aumentando su riesgo de enfermedades graves y hospitalización. Para muchos, el aislamiento social se ha convertido en una realidad, lo que ha llevado a una mayor necesidad de cuidado de personas mayores en casa de calidad. Mantener la independencia y la calidad de vida se ha vuelto una prioridad para muchas personas mayores.
Es evidente que la pandemia está generando un cambio en la preferencia de las personas mayores. En lugar de optar por centros comunitarios, más adultos mayores están eligiendo la atención domiciliaria como una opción más segura y personalizada. El control sobre la exposición a gérmenes y el deseo de mantener una distancia social significativa están impulsando esta tendencia.
Se prevé que la demanda de servicios de atención de la salud en el hogar se dispare si la pandemia persiste. Esto se debe a la posibilidad de que los centros de enfermería especializada y los centros de vida asistida no puedan aceptar nuevos residentes debido a la falta de espacio, personal o cierres temporales. La atención a domicilio se presenta como una solución necesaria para garantizar un cuidado de calidad y seguro para las personas mayores en este contexto desafiante.
