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La osteoporosis, también llamada como la “enfermedad silenciosa” es una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la masa ósea del cuerpo debido al deterioro de los huesos provocando un aumento en el porcentaje de fracturas. ¿Por qué se le llama así? Este nombre es debido a que esta enfermedad generalmente no produce síntomas, y por tanto la persona descubre de su enfermedad en una fase más avanzada.
Aunque su origen exacto sigue siendo desconocido, se cree que puede tener un componente genético. Además, ciertas enfermedades como la diabetes juvenil y trastornos del tiroides, junto con el uso prolongado de corticoides, pueden agravarla.
La osteoporosis es más frecuente en mujeres, especialmente después de la menopausia, debido a la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona que protege los huesos.
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer osteoporosis se incluyen antecedentes familiares, el uso de ciertos medicamentos, una dieta pobre en calcio, la delgadez extrema, enfermedades crónicas y la falta de actividad física.
La prevención de la osteoporosis es fundamental para mantener la salud ósea a lo largo de la vida. Adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y consultas médicas periódicas puede ayudar a prevenir la osteoporosis y mantener los huesos fuertes y saludables a lo largo de la vida. Algunas medidas clave incluyen:
Consumir alimentos ricos en calcio, como productos lácteos, pescado y frutos secos, así como alimentos que contienen vitamina D, como pescados grasos, huevos y alimentos fortificados, ayuda a fortalecer los huesos y prevenir la pérdida de masa ósea.
Realizar ejercicio regularmente, especialmente ejercicios de carga y resistencia, como caminar, correr, levantar pesas o practicar yoga, ayuda a fortalecer los huesos y mejora la densidad ósea.
Pasar tiempo al aire libre y exponerse al sol de manera segura ayuda al cuerpo a producir vitamina D, lo que es crucial para la absorción de calcio y el mantenimiento de huesos fuertes.
El consumo de tabaco y alcohol en exceso puede interferir con la absorción de calcio y aumentar el riesgo de osteoporosis. Por lo tanto, es importante evitar o limitar su consumo.
Realizar consultas médicas periódicas, especialmente después de la menopausia en el caso de las mujeres, puede ayudar a detectar la osteoporosis en etapas tempranas y tomar medidas preventivas adecuadas.
La osteoporosis suele aparecer en mujeres después de la menopausia , aunque es más común en personas mayores de 65 años ya que empieza de forma mas acusada el deterioro de la función intestinal y renal y es más difícil la capacidad de almacenar la vitamina D a través de nuestra piel.
Existen ciertos grupos con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad:
El factor genético también puede influir en la aparición de la osteoporosis.
Adoptar un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, y la práctica regular de ejercicio, puede contribuir significativamente a prevenir esta enfermedad. Es crucial incluir alimentos ricos en calcio, como productos lácteos, pescado y frutos secos, así como vitamina D, que facilita la absorción del calcio. La exposición al sol también es beneficiosa para la absorción de esta vitamina. Además, realizar pruebas de densitometría ósea de manera periódica puede ayudar a detectar posibles problemas de densidad ósea.
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